El concurso de acreedores es un procedimiento legal al que las personas tanto físicas como jurídicas se pueden acoger en un momento en el que están pasando por una situación de insolvencia económica y hay un impedimento real para hacer frente a las deudas que se van acumulando.
En el despacho de Daniel Rivero Braña somos especialistas en el proceso de concurso de acreedores en Lugo y podemos guiarte en cada paso requerido para poder acogerse a esta solución económica para la delicada situación financiera que atraviese tu empresa.
Hablemos de tiempos
Una de las grandes dudas que rodean a todo lo relacionado con un proceso concursal es la que tiene que ver con la duración del mismo. Este no es un detalle menor pues de ello están pendientes no solo las empresas que recurren al concurso de acreedores como intento de salvar su empresa de la desaparición, sino también todos esos acreedores que esperan poder cobrar algo del dinero que se le adeuda.
Lo cierto es que la duración de un proceso concursal es bastante imprecisa y pudiendo quedarse en únicamente unos meses o extenderse durante varios años dependiendo del caso. Si bien en España la duración media de estos procesos no suele extenderse más allá del lustro.
Esa duración más o menos prolongada en el tiempo la determinan factores como el número de deudores o el volumen de la deuda, así como el estado financiero de la empresa que se acoge a concurso y su capacidad para generar recursos.
Fases del proceso concursal
Nuestro trabajo en el Despacho de abogados de Daniel Rivero Braña es acompañarte en todo el proceso concursal y darte el asesoramiento legal que necesitas para aplicarlo de forma correcta y eficiente.
El primero paso que se dan en estas situaciones es lo que conocemos como Fase Común. Esta a su vez, se subdivide en cuatro partes y en cada una de ellas se realizan los trámites de solicitud de concurso y de puesta en claro de la situación de la empresa. La solicitud del concurso, la resolución a esta petición y la puesta en conocimiento del flujo activo y pasivo de la empresa marcan los tiempos en la fase común.
El siguiente paso se llama Fase de Convenio. Este es un momento importante y delicado pues en él se trata de alcanzar un acuerdo de convenio con la parte acreedora para renegociar la deuda existente. Es necesario que la mayoría de los acreedores acepten la propuesta de convenio que el deudor les ofrece y que el acuerdo firmado se pueda cumplir.
Aunque no es imperiosamente necesario llegar a ella, existe también lo que se conoce como Fase de Liquidación. Este es también un momento delicado en el que el deudor vende todos sus activos o bienes con el fin de poder obtener la liquidez necesaria para hacer frente a la deuda. El deudor puede solicitar la entrada en esta fase cuando quiera o también en el caso de que las negociaciones del convenio no lleguen a buen puerto.
El último paso es el que llamamos Fase de Calificación. Es una fase de estudio y evaluación en la que se realiza la valoración de la empresa para conocer las causas que le han llevado a solicitar el concurso de acreedores para ver si han sido fruto de una mala gestión o por cuestiones externas.
La duración del concurso de acreedores viene limitada entonces por lo que se dilate cada una de las partes de este largo y complejo proceso, así como el tiempo requerido para ir haciendo frente a las obligaciones contraídas con los acreedores. Ponte en contacto con Daniel Rivero Braña avogado si necesitas un asesoramiento completo de cómo solventar los problemas de liquidez o insolvencia de tu empresa.