Un concepto muy importante en el ámbito empresarial y económico es el de concurso de acreedores. Este término que escuchamos habitualmente en prensa supone, en ocasiones, la única manera de salvar que una persona física o empresa pueda hacer frente y sobrevivir a una situación de insolvencia.
En el bufete de abogados de Daniel Rivero Braña somos expertos en distintas ramas del derecho, siendo el derecho financiero y concursal una de nuestras temáticas estrella.
¿En qué consiste un concurso de acreedores?
Un concurso de acreedores es un procedimiento legal pensado para aquellas compañías o particulares que no pueden cumplir con sus obligaciones de pago en los tiempos establecidos. Se trata, por lo tanto, de un balón de oxígeno al que acogerse en estas situaciones extremas, siendo básicamente la única posibilidad de poder salvar la actividad empresarial.
Así mismo, se tiene la obligación de solicitarlo en cuanto tengamos conciencia de la situación y no hacer oídos sordos ni cometer algún tipo de negligencia.
¿Cuáles son las fases de un concurso de acreedores?
La Ley Concursal de nuestro país deja bien claro que este proceso consta de cuatro etapas diferentes, que son:
- Fase común. En esta fase, la empresa o persona física deberá presentar una solicitud de concurso de acreedores en el juzgado mercantil que le corresponda. Esta petición tendrá que incluir toda la documentación necesaria para demostrar la situación de insolvencia. Una vez presentada, el juez mercantil procederá a admitirla a trámite y designará un administrador concursal para que gestione el proceso. Este administrador siempre se trata de un profesional independiente que actúa como intermediario entre la empresa en concurso y los acreedores.
- Fase de convenio. En caso de que la empresa sea viable y tenga posibilidades de continuar su actividad, se presentará un plan de viabilidad y un convenio de pago a los acreedores. Si el convenio es aprobado por la mayoría de los acreedores y el juez, se procede a su cumplimiento y se levanta el concurso. Es fundamental que ambas partes alcancen un acuerdo favorable tanto para el acreedor como para el deudor.
- Fase de liquidación. En el supuesto de que sea imposible salvar a la empresa y que continúe con su actividad, se procederá a su liquidación. Este periodo consiste en vender los activos de la empresa y repartir el dinero obtenido entre los acreedores, con el objetivo de pagar el máximo de deuda posible.
- Fase de calificación. Para terminar, se determinará si el concurso fue fortuito o culpable. Es decir, si ha habido una manera de actuar grave de los acusados o si los representantes legales de la empresa no se consideran causantes de la situación y por lo tanto no tienen que afrontar ningún tipo de consecuencia.
Despacho de abogados en Lugo
Para solicitar entrar en concurso de acreedores se necesita el asesoramiento legal y profesional de un equipo de abogados especializados en estos asuntos como los que nos encontramos en Daniel Rivero Braña Avogado.
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